La fortaleza de Sacsayhuamán testimonio del poderío inca y lugar de culto del dios Sol
Usualmente se describe a Sacsayhuamán como una fortaleza, pues se encuentra prácticamente encerrada por tres pendientes, y está conformado por colosales bloques de piedra prodigiosamente unidos, que resguardan la ciudad. Sin embargo, el hecho que los incas construyesen allí una fortaleza resulta extraño, ya que al momento de su construcción ellos no enfrentaron mayores amenazas.Sus inmensos muros pétreos maravillaron a los conquistadores españoles recién llegados y la denominaron "fortaleza", de acuerdo a su concepción de las ciudades y de las construcciones militares de la época. Para el particular modo de ver el mundo de los incas, era mucho más. Los baluartes, torreones, casas, adoratorios, depósitos, caminos y acueductos, que integraban esta formidable construcción inca nos lo demuestran.Su forma y ubicación habría obedecido más bien a otros principios, como el de la armonía entre la arquitectura y el paisaje.
Las investigaciones actuales sugieren que se habría tratado de un templo dedicado al culto del Sol, para el cual no solamente la construcción era importante, sino también el entorno que la rodeaba.El complejo arquitectónico ocupa el borde de la ladera norte de la ciudad. El lado sur de la construcción fue cercado por un muro pulido de casi 400 metros de largo.
Los límites del templo, por el este y el oeste, estaban marcados por otros muros y andenes. El frente principal de la construcción mira al norte y está protegido por un formidable sistema de tres andenes. Estos son soportados por muros zigzagueantes, constituidos por piedras de gran tamaño, que asombraron a sus primeros visitantes y que sigue asombrando aún ahora.
El Inca Garcilaso afirma que estos muros fueron hechos para demostrar el poderío inca.